INGREDIENTES
ELABORACIÓN
En primer lugar cogemos un trozo de cebolla y lo picamos en trozos muy muy pequeños.
Una vez picado, ponemos en una cazuela el aceite, y ponemos a calentar. Vertimos la cebolla, y cuando veamos que ya esta pochada, ponemos la harina y removemos bien hasta que la harina quede bien mezclada con el aceite (Roux).
En una olla aparte, ponemos a calentar caldo de pollo y un vaso de leche, y una vez que este cociendo, se lo añadimos a la cazuela donde teníamos el roux, junto con un poco de nuez moscada, y removemos bien para que no se hagan grumos.
Una vez que veamos que empieza a coger forma la bechamel, añadimos unos taquitos de carne de pollo desmenuzada, y unos trocitos de huevo cocido.
Se remueve todo bien y dejamos hervir durante uno o dos minutos.
Después vertemos la bechamel en un recipiente, y cuando se enfrié metemos al frigo.
Pasadas unas horas en el frigo, solo nos quedaría realizar las croquetas con el tamaño que más nos guste, y rebozarlas. Para conseguir un rebozado crujiente y que estén blanditas por dentro, pasaremos primero por pan rallado, luego las untaremos con huevo batido, y las volveremos a pasar por pan rallado otra vez.
Ya solo quedaría freírlas en abundante aceite caliente, y a disfrutar de unas croquetas espectaculares y muy ricas.